martes, septiembre 29, 2009

HABLANDO DE ELLOS

Recuerdo que pasaron varios meses cuando la sorprendió una mañana temeraria en un latido agitado color pudor.
Para Él, fue el ensayo de ninguna teoría en un acto enrebelado de la indecisión.

Recuerdo su estoicismo que un incierto día voló desde sus labios.
Para Él, la ligera sospecha que quizás nada fue vano.

Recuerdo su amnesia conciente de su inconciencia inapelable.
Para Él, accidentarse en la paciencia fue más de un suspiro aleccionador.

Recuerdo cuando ella empezó a creer que si era posible creer.
Para Él, ya era demasiado tarde para creer otra cosa.

Recuerdo que un día de afectos e intercambios lo besó tanto que lo sintió en su cuerpo.
Para Él, la respuesta fue una promesa silenciosa que se estremecía junto a ella.


Hace algunos días en una calle cuyo nombre nunca supe los vi de la mano seguros y fuertes y me dije: ese poquito también tiene que ver con la felicidad.

Pensamientos inexistentes, imaginación nada más.