sábado, agosto 24, 2013

Llegar a Viejo


...Con un suspiro entrecortado de espaldas al placer que siempre negamos, con un equipaje borroso de los pocos muchos recuerdos que se pierden anclados a este sillón compasivo hecho especialmente para mí, desde donde el mundo luce cada vez mas extraño y la vida es una incógnita hecha de pastillas y resignación.

Los niños son ahora los viejos de ayer y los jóvenes reincidentes en las causas de mis excesos y malas noches... me pregunto: ¿dónde estarán mis amigos? ¿en qué sillón descansan hoy? Y de aquellos que no recuerdo ni su nombre, ¿seguirán vivos en este funeral de latidos y pasos lentos? Y el baño, ¿será también un reto asistido a la indignidad? Qué sera de ellos...

Alguna vez quise visitar a uno especial, anotándolo en uno de mis cuadernos raídos para no olvidar, con fecha y hora porque este montón achacoso todo olvida. Pero nadie quiso escuchar, estaba decidido y no quise perder su dirección para siempre. Mi temeridad se convirtió un bordado en la solapa que lleva mi nombre y dirección.

Intenté cumplir bien mi papel cuando se podía elegir, ahora cumplo el único que queda. Tal vez no elegí bien y es porque el teatro no fue hecho para mí.

Ya no hay tiempo para tonterías y banalidades en los resquicios de mis días, cuando todo está inundado y la balsa de la memoria naufraga en altamar, perderme en temas trascedentes es mi secreta morfina en el último reducto que jamás ¡jamás! me podrán quitar. Me arrepiento de tantas cosas, como no atreverme con aquella niña extraviada bajo cartas que nunca entregué, resacas clandestinas, escombros, sudor de los ojos (por quedar bien), almanaques sin fin y las mil y un noches entre las piernas de mi amada y querida mujer.

-Háganle caso- -abríguenlo bien- -sáquenlo a pasear- -léanle lo que sea- -no se olviden su inhalador-, -cómprenle pañal- -ojo con sus pastillas- - a las 2 su papilla-

Tantas veces he pensado huir en su encuentro harto de esta de esta vida, harto de esta mierda, de este sillón compasivo y los extraños. Harto de esta vida sin ella.
Confinado a esta realidad, hoy puedo sentir que el amor y el respeto tienen lo mismo que inspira un desdichado e indefenso viejo rebelde como yo para quien la muerte, es dulce consuelo que espera abrazar.

miércoles, agosto 21, 2013

Volver a verte


Me negué 77 veces 7 volver a escribir de ti, juré decir lo que guardo antes de perderte el rastro, ya lo vez ahora, soy un fracaso.

He lamentado mi lengua muerta, y mi espíritu cobarde, conjure retrotraer el tiempo y poderte decir lo que No.

Casi toqué tu lejanía, tu desaparición, aquel secuestro donde el único cautivo fui yo y estas ganas traicioneras que hoy me delatan,
que me intimidan y pone en evidencia un corazón.

La otra noxe de enero te obsequié mis renglones, y te entregué los secretos de mi pluma para dejarte claro que el tiempo para mi, después de ti no pasa.
Me convertiste en tu madrugada perpetua, en tu velador vitalicio,
en tu vampiro trasnochado y en tu perro abandonado, que mas da.

Dejé que mis "20 poemas de horror y mi canción desesperada" hablen por mi, aferrándome a ella como tonto consuelo,
guardando así como a la memoria tu imágen,
en el mejor sitio de mi habitación una vieja hoja de papel.

Estos últimos días los encontré brutales en mi habitual y cotidiano precio que pago por quererte como un niño, pero no me quejo, te lo agradezco infinitamente, ya que de no ser así sencillamente no serías mi favorita, mi engreida,
mi niña de los ojos color noche en brillo de estrellas, la dulce muchacha que me sobresalta y me quita el sueño, mi único motivo y razón por quién agradezco estas madrugadas felices escribiendo para ti.

Y por quien finalmente no tengo vergüenza de fabricar estas palabras,
no me importa mucho si resulto cursi y me veo mas estúpido que en persona,
solo me interesa que comprendas cada línea que te ofrezco y que entiendas que en cada una de ellas de la mano le acompaña una sinceridad a prueba de floros, chamullos, y cualquier otra cosa opuesta a la VERDAD.

Volver a verte me sacó de la absurda idea de olvidarte, arrancándome la farsa de un tirón.

Volver a verte me recuerda que contigo aprendí que existen nuevas y mejores emociones, que existe un mundo nuevo de ilusiones... que tu presencia no la cambio por ninguna y que unicamente tú haces mayores mis contadas alegrías, como diría la canción:
a ser dichoso yo contigo lo aprendí.
No dudes que esta breve sinapsis es para ti, no dudes que desde este momento pienso en tus reacciones y el Sí de Bunbury que quisiera inmortalizar, y como te dije al salir:
perdona el atrevimiento... pero era obligatorio.