miércoles, agosto 21, 2013

Volver a verte


Me negué 77 veces 7 volver a escribir de ti, juré decir lo que guardo antes de perderte el rastro, ya lo vez ahora, soy un fracaso.

He lamentado mi lengua muerta, y mi espíritu cobarde, conjure retrotraer el tiempo y poderte decir lo que No.

Casi toqué tu lejanía, tu desaparición, aquel secuestro donde el único cautivo fui yo y estas ganas traicioneras que hoy me delatan,
que me intimidan y pone en evidencia un corazón.

La otra noxe de enero te obsequié mis renglones, y te entregué los secretos de mi pluma para dejarte claro que el tiempo para mi, después de ti no pasa.
Me convertiste en tu madrugada perpetua, en tu velador vitalicio,
en tu vampiro trasnochado y en tu perro abandonado, que mas da.

Dejé que mis "20 poemas de horror y mi canción desesperada" hablen por mi, aferrándome a ella como tonto consuelo,
guardando así como a la memoria tu imágen,
en el mejor sitio de mi habitación una vieja hoja de papel.

Estos últimos días los encontré brutales en mi habitual y cotidiano precio que pago por quererte como un niño, pero no me quejo, te lo agradezco infinitamente, ya que de no ser así sencillamente no serías mi favorita, mi engreida,
mi niña de los ojos color noche en brillo de estrellas, la dulce muchacha que me sobresalta y me quita el sueño, mi único motivo y razón por quién agradezco estas madrugadas felices escribiendo para ti.

Y por quien finalmente no tengo vergüenza de fabricar estas palabras,
no me importa mucho si resulto cursi y me veo mas estúpido que en persona,
solo me interesa que comprendas cada línea que te ofrezco y que entiendas que en cada una de ellas de la mano le acompaña una sinceridad a prueba de floros, chamullos, y cualquier otra cosa opuesta a la VERDAD.

Volver a verte me sacó de la absurda idea de olvidarte, arrancándome la farsa de un tirón.

Volver a verte me recuerda que contigo aprendí que existen nuevas y mejores emociones, que existe un mundo nuevo de ilusiones... que tu presencia no la cambio por ninguna y que unicamente tú haces mayores mis contadas alegrías, como diría la canción:
a ser dichoso yo contigo lo aprendí.
No dudes que esta breve sinapsis es para ti, no dudes que desde este momento pienso en tus reacciones y el Sí de Bunbury que quisiera inmortalizar, y como te dije al salir:
perdona el atrevimiento... pero era obligatorio.

1 comentario:

Anónimo dijo...

ME LO LEYERON, LO LEÍ Y LO APRENDÍ.